Misalcedo.com jueves 4 de enero, 2006

Un Niño Jesús Visita a Salcedo

Por Leonardo Cruceta

Salcedo: Como un mensaje claro de aquello que una vez dijera San Pablo de que "querer es poder", un hijo de salcedo, nos extendió una invitación a quien suscribe y al sr. Ambioris Joaquín para que fuésemos testigos y participáramos en la tarde de entrega de juguetes que él (Ramón Fernández) alias cabuya, organizara para los niños pobres tanto de la parte alta como los niños del lugar en donde está ubicada su vivienda.

Cuanta alegría nos dio el ver como manaban los niños en la misma medidas en que iban apareciendo los juguetes, pero nuestra felicidad más que la presencia misma de los juguetes fue la de ver tantos rostros alegres, sonrientes al poder tener en sus manos el juguete deseado, que para esta época de navidad se reviste de un valor psicológico sin precedentes.

Es sabido, que un juguete marca al ser humano al punto de que el poder o no conseguirlo lo hace más violento o más dócil, más seguro o inseguro, más sociable o insociable, dicho en otras palabras y los que hemos en algún momento de nuestras vida padecer el no poder en esta época obtener un juguetito por insignificante que sea sabe, que esto es así.

 Dicho en otras palabras el no poder tener un juguete en el momento en que entendemos debemos de tenerlo porque todos tienen, nos asalta la pregunta de porque todos tienen y yo no?, respuesta que nos da de frente en la cara y nos hace sentir menos que una m., menos que los demás, permitiendo con ello; que asome cierto dejo de frustración en nosotros y se albergue por los siglos de los siglos, lo que provoca en nosotros un cambio brusco de nuestra personalidad.

Así como la psicología moderna, presente un sin fin de instituciones que buscan el mejor provecho del infante, y que persiguen el que a nuestros hijos no se le induzca a la violencia con la compra de pistolas de juguetes, de igual manera, deberían de perseguir que cada niño pueda obtener para estos tiempos al menos un juguetito.

Quiero con este alud de palabras, que debido a este gran gesto con un inmenso valor para niños y padres, reconocer ha este hombre que no lo mueven pasiones ni deseos políticos para gastar miles de pesos solo con el beneficio de devolver algo a su gente y sobre todo a aquellos que más lo necesitan, hacer un llamado a la conciencia a esos que viven botando los dineros del pueblo en nada o sencillamente guardándolos en cuentas personales, para que imiten cada periodo navideño este gesto de desprendimiento a favor de nuestros niños, el gesto de este señor que se ganó mi respeto admiración y se que el de otros más, por hacer feliz a tantos niños tildados hoy en día de realengos, por haber nacido sin querer en el seno de una familia que acaso consigue para mal alimentarse.

Honor a quien Honor Merece!!!, Gracias Ramón Fernández