Por Jose A. Burgos
misalcedo.com._ Si me pongo a revisar el 2012, me encontraré con actividades que marcaron de manera importante los días que transcurrieron durante todo el año y que estarán como marca indeleble en mi memoria, porque recordare el 2012 como uno de los años mas importante de mi vida, porque terminaron e iniciaron eventos de los que siempre estaré agradecido.

Despedí el 2011 con mucha alegría y pedí con mucha fe las mejores cosas para el 2012, año que inmediatamente inicio, me mostró que seria un año de muchas sorpresas.

Gracias a Dios por los muchos regalos que me dio, muchas veces lloré de pena, dolor y frustración, pero otras lloré de alegría sin dolores ni frustraciones, un año de grandes pérdidas y de grandes ganancias. El 2012 que muchas veces pareció el inicio de mis penas me demostró al final que era el inicio de mis alegrías optimizadas.

Enero fue mi primavera, Febrero mi otoño y marzo mi verano, le regale mi invierno a un abril que me enseñó en ese cuarto mes, que la alegría de la cuarta estación, seria mi mayor experiencia de amor y vida.

El 2012 fue el año del despojo de las energías negativas, para iniciar un 2013 lleno de buena vibra, donde la fe, la esperanza y el amor se combinan con la gratitud para pedir al universo que conspire para que las mejores cosas sean parte de nuestras vidas en este nuevo año que recién empieza cargado de cosas buenas.

Voy a pedir con la intención de ser instrumento de buenas obras, voy a pedir para dar y sentir la satisfacción que sentimos al poder ser el canal que Dios usa para regar con agua fina la tierra que alimenta el mundo con el mejor de los frutos: Las Bendiciones!

Mayo fue mi lunes, donde inicie el camino a los 6 días que necesite para construir mi mundo, el resto de los meses fueron los días subsiguientes, fueron los caminos donde pude ver que era bueno y que era malo, y separe el cielo de la tierra y la luz de las tinieblas, noviembre fue ese séptimo día, ese domingo que me ayudo a descansar, pensando y meditando, sobre lo perdido y lo ganado, pasando balance y poniendo cada cosa en su correcto lugar.

Antes de iniciar el 2013,  incineré en diciembre los momentos malos, los convertí en cenizas y los lance al mar imaginario que se perdió a mi espalda, lo lance con palabras de perdón y muchas plegarias al altísimo, porque cada uno nace con la libertad de elegir.

Yo elegí iniciar un nuevo año, vivirlo y disfrutarlo, aceptar los retos y aceptar los cambios, la vida la construimos cada día en base a nuestras buenas acciones, porque en este mundo, recibimos de lo que damos!